viernes, 31 de julio de 2009

R Pisstol

Quien Calla Otorga


Una chica le dice a otra: "¿Sabes? le dí unas cien, qué cien, unas mil oportunidades, pero él no cambió. Seguia siendo recontra celoso, que si llegaba tarde con quién habría estado que si me ponía bonita para quién me habría puesto bonita que si en vez de la combi tomaba un colectivo...; pero la verdad creo que yo tengo la culpa. Una vez estábamos haciéndolo y le digo ahhh, ahhh, ahhh, Harold, Harold..., y él no se llamaba Harold!"

Parece un chiste, pero no lo es. Pero igual la otra chica se mata de la risa como si para ellas confundir nombres de hombres fuera así de corriente y ordinario, cosa común, de todos los dias.

A veces te subes a cualquier cosa que se mueve con gasolina y lo único que encuentras es gente así con historias y vidas sucias y lo único que te queda es seguir mirando por la ventana buscando en la calle el anuncio de una tienda donde vendan armas

Pero a mí también me ha sucedido, no lo puedo negar, pero eso cuando estaba sobre una chica. De pronto su cara y su cuerpo empezaba a transformarse y de pronto era P y luego era otra y luego cualquier tía de tus sueños; lo cual era una ventaja y una desventaja. Una desventaja porque P siempre me ha parecido algo fría y sosa para tirar y una ventaja porque así por así no te vas a tirar a P. En todo caso yo estaba muy creído de lo que pasaba y más porque la chica se daba cuenta y no decía nada. No es que la chica siguiera el juego, es que simplemente no decía nada; incluso una vez, cuando le dí la vuelta y empecé a darle por el culo ella se lo aguantaba, en una actitud preciosa, como se lo aguantaría cualquier actriz famosa.

Como una verdadera reina


Darle por el culo a una chica puede ser una de las cosas más desoladoras o más bonitas de tu vida. Pero en todo caso vale la pena. Para saber si te quiere de verdad o si no te quiere nada. Para saber si pretende olvidarte apenas terminen ese polvo, o para saber si pretende ser o no ser la cariñosa madre de todos tus hijos algún buen día.

No me malinterpretes; es sólo el cansancio y las ganas de decir las cosas y atarlas y meterlas de cualquier modo por algún agujero. No quiero decir que tu madre o la mía hayan pasado por lo mismo; pero en todo caso, qué vas a hacer.

Qué puedes hacer


Sicboi pregunta: ¿Por el culo a N?

-De eso no hablo tío.

Sicboi dice: Quien Calla Otorga.

Yo le digo: Sicboi, porqué no te vas a la mierda.