jueves, 17 de septiembre de 2009

Lena

Omnia

Los vuelvo locos, locos de verdad.

Soy un asteroide como cualquiera, que por desvergüenza caí en sus cabezas. En sus recios cráneos de madera.

Soy una miscelánea de orificios, por donde dejo escapar mi violenta aura de rocío cruento. La que los infecta hasta el tuétano del irreconciliable sosiego.

Son ellos, una corazonada nimia salida de mi apetito, o peor que eso. Son mesura ante mi espanto, o peor aún, son contención.

Naturalmente desprendidos de detrimento, de mi talento, idos por el brillo de acero y de labial, obstinados con el borde de mi alma, cautivados por un cielo escaso, por mi resaca.

Locos con razón.

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