domingo, 29 de agosto de 2010

Luis Cueto

El travesti mágico

En el antiguo país de los manzanos, la ciudad de Nínive fue el escenario de una bellísima venganza que a todos nos dejo pensando en lo maravilloso del amor.
En el barrio de la orquesta sinfónica, en la calle de las sopranos suicidas, Aurora hacia de su vida la porquería más insoportable al estar casada con Sorian y amar a Amadeus que es recordado por ser el más cruel director de orquesta de todos los tiempos.
El gran Amadeus se quitó la vida de la forma más espectacular jamás vista, se cortó las venas mientras dirigía a la orquesta en uno de los mejores conciertos que se recuerda en este lejano país. Nadie se atrevió a ayudarlo pues tendrían que haber interrumpido la maravillosa música que Amadeus lograba, además, habría sido una descortesía importunar a alguien mientras se quita la vida.
Ese magnífico suicidio al que todos aplaudimos por más de dos horas seguidas, fue el último que la pureza del amor engendró en esta bella historia.
Después de que Aurora la soprano, se colgara en el pórtico de su casa, por haber sido expulsada del coro por Amadeus a quien ella amaba, Sorian desapareció del barrio la orquesta.
Amadeus había sido la inspiración para rebautizar las calles de ese barrio: Los violines desesperados, Los chelos rotos, Las sopranos suicidas, Los vientos idos, eran el estilo de ese opaco barrio en el que sólo existía un bar al que Amadeus solía asistir ocasionalmente. Fue allí donde comenzó el espectacular milagro de su cambio. De ser el tirano perverso que tenía en su haber trece sopranos muertas, se convirtió en el más dulce de todos los seres en este pequeño país. Camila, el travesti mágico, el obrador de este cambio, conoció a Amadeus en ese bar. Camila cantaba por primera vez allí, era la canción más triste que jamás alguien ha oído, suspiros y lágrimas curando un corazón con una melodía que abrazaba a todos suavemente. Amadeus, regresó todos los días a ver a Camila, Amadeus amó todo en el mágico.
Amadeus y el mágico, una bella pareja. Amadeus y el mágico, una bella pareja.
Después de tres años de intenso romance, en la víspera del último concierto de Amadeus, Camila con las muñecas sangrando por toda la habitación confiesa ser Sorian, y pese que ama tanto a Amadeus, no puede olvidar a Aurora y diciendo “mi amado Amadeus, te lo mereces” cerró los ojos para nunca despertar.

Todo esto en el lejano y maravilloso País de los Manzanos.

miércoles, 25 de agosto de 2010

vayan a la feria

hasta hasta este sábado, en la plazoleta Espinar

martes, 10 de agosto de 2010

Qbi

Una Noche Con El Fito

Un día de los comunes me lo encontré en una estrecha calle con poco espacio, arremetió por la acera contra mí, sonriendo hasta llegar al parque, nos miramos, me abrazó y me cargó e hizo girar mi cuerpo como si fuera una plumita. Entonces me dieron superganitas de no haberlo choteado esa vez, de no dejarlo en pelotas exigiéndome que yo también me quitara la ropa pero yo ya estaba fría en ese momento, y él desesperado no sabía qué hacer. No sé por qué estaba nerviosa habrá sido el terremoto que destruyó la costa del país o el bailecito a la que me forzó con su abrazo.

Recuerdo bien como pasó todo; y algunos recuerdos no logro explicárme hasta ahora, qué hacía yo en ese lugar tan superfluo, detestaba ese lugar, pero ahí estaba Fito con todas sus amigas, con su jean ajustado que dejaba ver sus piernas grandes y musculosas que se notaba que practicaba Tae Kown Do, estaba lindísimo con su cabello castaño, sus cejas pobladas, sus brazos fuertes; y yo con el Gato, -affff- que me hablaba de sus aparatos nuevos y su carro, no sé por qué lo hacía, tal vez por ego como si me importaran sus cosas, pero esa noche me cansó y se convirtió en un Gato pacharaco.

La noche estaba aburrida hasta que entró Fito, y fue el Gato que me lo presentó. Creí que mi estilo de encuerada roja le iba impresionar, era la versión femenina de Jony Rottenm, mas fina, más morena, más alta, chinita, con más garbo y más glamour, pensé que mi exótica belleza lo iba a impresionar y él no iba a irse de nuestra mesa y menos después de los ojitos que le eché, fatalmente y en mala hora para él y para mi; ninguno de los dos intuía en lo que terminaría nuestra noche. Cuando le conté a Pepe mi mejor amigo me dijo que mis ojos le miraban como dos agujeros negros del universo con los quería enloquecerle, -el Pepe es medio poeta y habla huevadas- y así fue, pero el Pepe es lindo y caballerito también y me dijo: Jamás creí que lo engatusarías tan rápido y con tanta desvergüenza.

El Gato, mi pretendiente ocasional seguía hablando y yo por cortesía fingía que me interesaba las tonterías que decía, hasta que el Fito interrumpió con la canción que más me gustaba, una de Daniel F, que a partir de ese instante fue nuestro tema de conversación, prendimos la mecha y fuimos quemando poco a poco las bandas de rock que nos gustaba e interesaba hasta que finalmente llegamos a una banda de esta ciudad que no conocía en la que el Fito tocaba el bajo, Nos agarramos de la mano sin que el Gato se diera cuenta, “le estábamos metiendo la rata al gato, así dijo el Pepe”, pero se dio cuenta y salimos del Bar y Fito se fue con sus amigos por fin, El Gato era ingeniero, según él “la última chupada del mango” se puso histérico y pretendió sacarme a como de lugar del Bar, hasta me dio “mi última oportunidad” que patético y ridículo mi lindo Gatito. Entonces se largó.

Fue así que me quede sola merced del frio y el silencio, sin saber que el Fito iba a rescatarme y salvarme de regresarme a casa sola y tarde. Pero luego casi de inmediato me agarro fuerte pasamos a los chapes ¡Que rico chapaba! no quería desprenderme de sus labios, mi boquita húmeda se perdió en sus tibios labios y yo casi me moría y mientras a él le sentía duro yo me humedecía, parecía que todas me miraban y eso me gustaba más, sería por el churro de Fito.

Me dijo: - te llevaré a tu casa; y yo dije sí.

El taxi paró y nos subimos, yo pensaba -estaré pronto en casa y mañana si tengo suerte ni tendré resaca aunque ahora ya esté muy pasada, más bien tendré un recuerdo bonito” mientras el Fito seguía hablando y hablando y me gustaba escucharle. Pero sin darme cuenta estaba en la puerta de un hotel, entramos a una habitación y me quedé dormida por el cansancio, y no sé cuan rápido fue pero el Fito muy sapo estaba ya en pelotas tratando de bajarme los pantalones y mi tanguita y cuando no pudo quitarme fácil me quito la chaqueta roja de cuero, toda sexy yo hasta borracha, pero los tragos seguían subiendo cada vez más rápido a mi cabeza, porque yo ya sólo quería dormir en la habitación del hotel nada más que eso, pero por acción y reacción del alcohol en mi cerebro no entendía nada, había embrutecido completamente. Aunque siempre pensé que las estrellas de rock and roll nacen brutos, por lo menos los nacidos en está ciudad. Le dije que me dejará en paz porque ya me había despojado de algunas de mis ropas y antes de quedar completamente desnuda a merced de él y su “amiguito”, reaccioné como Bruce Lee o Jackie Chan o esos chinos de las pelas, me convertí en una fiera, afile mis uñas y retrocedí un pasó como los tigres, “donde estaba el Gato a todo esto, seguro ya acechando o mostrando su sucio carro a otra fácil de impresionar” y ahora que le necesitaba no estaba, no pasa nada de nada con ese. Pero está bestia era más fuerte que esta felina, y con fuerza me quitó la blusa, por lo que grite y atine a llorar, entonces se agarró la cara y me dijo:

- Seguro sigues templada del M, ya sé que te mueres por él, por eso no quieres nada conmigo. – Sí, él es más hombre que tú. Aunque nunca tuve nada con su hermano fue eso que le respondí.

Me había lastimado la mano y la nariz cuando me empujo, empecé a sangrar y a llorar, cuando traté de irme me agarró de la cintura ya de la puerta y me tiró a la cama, él aun en pelotas, calato, el muy animal:

- Nunca nadie me dejó así. Cálmate. Gritaba – Eres un cobarde, miserable. También le grité.

Yo fui al hotel, le seguí la corriente o no sé ya no recuerdo, pero nunca pensé que se desesperaría tanto y me lastimaría por eso. Me gustaba tanto, pero quiso forzarme, pero aun así chapaba rico y era guapo.

Se puso la ropa y se marchó histérico y como para que no lo olvidará me grito:

- Locaaaaa, Locaaaa. Te odio!!.

Me quede solita llorando. Quise llamar a mi papá para que me recogiera, pero me dio vergüenza. El nochero del hotel me dijo que si quería, podía denunciarlo y me ayudó a tomar un taxi a mi casa. Al día siguiente desperté sonriendo; mi madre pregunto que me había pasado en las manos, le dijeque un gato me había arañado.

Si tuviera que acusarme por seducirlo, me declaró culpable. Y hasta le enviaría una carta ofreciéndole disculpas, tal vez empezaría de la siguiente manera:

Querido Sr. Fito, estrella del rock and roll de está ciudad, le ofrezco disculpas por lo sucedido, no he debido dejarle en pelotas y menos en pindinga... tampoco haberle dicho que su hermano es más hombre que usted porque nunca tuve nada con su hermano, mis besos tuvieron la culpa, pero tampoco usted debió intentar quitarme los calzones por la fuerza, la próxima vez ojalá haya próxima vez, prometo ser completamente suya sin ofrecer ninguna resistencia y espero usted sea más romántico y no me defraude porque sino aténgase a las consecuencias, “porque cuando el tigre retrocede es sólo para atacar”

Atentamente -si ud. Aun lo desea- suya.

Stefany



Amigos si pudiera sacar una lección de está crónica es que: Nunca dejes en pindinga y menos en pelotas a una estrella de rock and roll.

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