TELEFONOS DE CORTESIA
Nunca abandone mi afición por el alcohol, mi adicción a las posibilidades nocturnas y la que un ganador como yo está condicionado tácitamente.
Anoche. Si. Fue anoche que en una competencia de estupidez terminé robándole los teléfonos a otros rateros, yo con el permiso que me da el mundo y la sociedad decidí tenderme en la puerta de un cine que ya no se usa mas que para meadero de nosotros los aficionados o especialistas al liquido vital, néctar que endulza nuestras vidas aburridas, pasaban por ahí en un taxi estos asaltantes e intentaron llevarse lo que ya no tenía, pero para buena suerte mía y porque así debe ser siempre, la policía llegó e impidió cualquier tipo de ultraje más, y para compensar estos hechos circunstanciales de injusticia obligaron a estos ladrones a que me devolvieran un celular teléfono que no me pertenecía.
Cortesía de la policía a la ustedes pagan.
Gracias.
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