jueves, 9 de agosto de 2007

YULIANA


“...el fenómeno de la inmigración debe ser abordado de forma global, insistiendo en sus causas y no solo en los aspectos de la regularización, la ilegalidad, etc., que no resuelven el futuro.” Dr. D. Fco. Javier Gómez Piñeiro





Inmigrante Mujer menguante


I
Bajo el consuelo de una lámpara se desenvuelve tu faz maternal y en ella tus historias.
Son muchas noches, muchos besos que últimamente no llegan a las frentes de tus hijos.
Así se disparan los sueños entre las rejas, y no hay nadie para apreciarlos,
Así se desprenden las emociones sobre sencillas luces tenues. Eres un tremendo campo minado a punto de florecer, eres una voz dulce casi silenciada de media-mujer.

II
Estábamos pensando en ti cuando una coreografía tricolor de gansos invadió el cielo,
eran cientos de aves migratorias siguiendo la misma “lógica” que a ti también te levantó del suelo y te hizo andar.
Estábamos sorbiendo un suspiro cuando sobre las ramas de los árboles se reunieron chipes rabadillaamarillas y en una instantánea mezcla de plumas y follaje se hizo el lecho verde para tan larga travesía. La luna guardó la belleza de los claroscuros de esos vuelos, y de los tuyos que siguieron el mismo eje.
La misma fe te cubre las pantorrillas una noche más.

III
Alrededor de tu alma sigue una magia resistiendo los vientos devastadores. Sus veleros siguen viajando silenciosamente.
¡Luna menguante!
En el vientre de una mujer siempre hay espacio para descansar, mientras las aves cubren a Venus.
Estábamos viendo por la ventana cuando unas hondas se trazaron sobre el agua, algún salmón seguía su trágico viaje. Ese viaje que es el tuyo también ¡dama inmigrante!


IV
Las casas se han quebrado desde tu ausencia, nadie ha prendido más velas a los santos como lo hacías tú.
La luna menguante resguarda tu faz por que tú la haz observado cada noche recíproca e infaltable. ¡Relaciones intimas inexplicables!
Hay mucho tiempo por destruir en tu propio calendario. Doblas tus sabanas y re-ordenas tus demoras.
Las emociones parecen infinitas entre las rejas, pero son las lunas menguantes las que se escurren entre ellas.

X
Sobre fronteras, mares y cielos se grafican constantes trágicas migraciones, cada luna derrama una posibilidad sobre los relojes.

-Como un mosaico de extraña belleza es la ruta del viajero-
¡Estábamos pensando en ti, mujer! ...y tu velero se perdía en la mar.

Yuliana Gamarra K. Agosto, 2007.

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