MIASMAS
El percance se come las uñas,
se pone nervioso,
nos mira con asco de nada, ebrio,
con los huesos contados,
para contagiarme su espanto, lento
-pero sin alejarme nunca-
y siempre supe que las moscas eran hadas,
y los “siempre” ya están con hipo,
les da calambre en tu cacofonía,
les da hormigueo, les da mal de ojo
y giran absurdos en tu ombligo,
desvariados saltan a mi mierda
me patean los pezones,
y siempre fuiste tú todo el tiempo
queriendo castigarme
gritándole a mi pánico ,- puta!-
Creías en mi mengua tejiéndote una trampa,
y te infiltraste entre mis dedos queriendo ser lunar,
y ahora me acusas de ser cruel
El percance se come las uñas,
se pone nervioso,
nos mira con asco de nada, ebrio,
con los huesos contados,
para contagiarme su espanto, lento
-pero sin alejarme nunca-
y siempre supe que las moscas eran hadas,
y los “siempre” ya están con hipo,
les da calambre en tu cacofonía,
les da hormigueo, les da mal de ojo
y giran absurdos en tu ombligo,
desvariados saltan a mi mierda
me patean los pezones,
y siempre fuiste tú todo el tiempo
queriendo castigarme
gritándole a mi pánico ,- puta!-
Creías en mi mengua tejiéndote una trampa,
y te infiltraste entre mis dedos queriendo ser lunar,
y ahora me acusas de ser cruel
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