Qbi

Eye

Estoy apasionado por la amiga de mi amigo, y vivo tan lejos de él y aún más lejos de ella, distante como una lucecita en el vacio. Mi amigo no le da besos sino abrazos –eso dice él- entonces tal vez un día de estos pueda triturarla por mi, romperle todos los huesos de su cuerpecito y luego pueda enviarme en resumen, su piel, su sonrisa, sus ojos, su cielo, su ganas, su “te necesito” no sé cuando ni por qué, su “te necesito”.

Lo que no sabe es que cada vez que abrace y bese a su novio, pensaré que soy yo, aunque ni sepa ni le importe mi absurda existencia, pero voy explicar tan incoherente suceso de estar vivo, hecho de la cual por supuesto no soy culpable, ni mis padres, ni los que me antecedieron, ni los que me regalaron los ojos miopes y la sinapsis atrofiada; esta existencia absurda es un sin sentido e involuntario hecho de quedarme atrapado en una realidad de la que no puedo escapar y probablemente sea ajeno.

Pero felizmente la amiga de mi amigo es una constante metafísica de aire fresco, un eclipse de la tristeza antes de encontrarme a mi mismo; o será mi deseo secreto de agotarme, mi vacio inevitable, o sólo es esta casualidad de rosarle la piel en silencio y a solas.

La tarde esta fría y nublada.